jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Por dónde me quedé el otro día? Ah! sí, ya me acuerdo, creo que iba por el siglo XIV, cuando en La Aldea sólo había unos 100 vecinos. Pues bien, continuemos.
En el siglo XVI se produce la consolidación y aumento de la población alcanzándose los 350 núcleos familiares. La bonanza económica y el aumento de la población se manifiestan en la serie de obras de gran envergadura como la ampliación de la iglesia parroquial y la realización de su espectacular retablo mayor o la construcción de las ermitas de San Roque y la del Portal.

Para no aburrir con tanta historia, del siguiente siglo sólo diré que el número de habitantes se redujo a unos 350 ya que hubo varias epidemias de peste y sequía que provocó una deuda de 14000 reales, vamos, que en esa época también existía la famosa crisis.
A pesar de esto, en el año 1663, Juan Manuel Iñiguez de Arnedo compra Aldeanueva pasando a ser un pueblo de señorío con el nuevo nombre de Arnedo de Ebro. Pero los vecinos, a pesar de su calamitosa situación en la que se encontraban decidieron hacer uso de su derecho de tanteo (menudos son los aldeanos), por el cual en un plazo de 60 días podían comprar la villa pagando 4.125.000 maravedíes (toda una fortuna). Tras duros pleitos, el 13 de febrero de 1664 Felipe IV admite el tanteo concertándose el 25 de Marzo la venta de la jurisdicción, señorío y vasallaje de Aldeanueva a favor de sus vecinos, pasando desde ese momento a ser una villa independiente.
El siglo XVIII se caracterizó sobre todo por la realización de importantes obras civiles y religiosas, como la ampliación de la iglesia o la edificación de la ermita de la Virgen de los Remedios.

Además, también se construyó una presa para contener las aguas sobrantes del río Cidacos, que si llega a ser hoy en día se la podían haber ahorrado ya que lleva más piedras que agua. ¿Qué no lo creéis? Pues aquí está la prueba:

Ya estoy otra vez, si es que siempre me pasa lo mismo, que me pongo a escribir y no paro y esto en vez de un post parece un libro de historia: Prometo que en los próximos intentaré resumir más, además, ya sólo me quedan dos siglos para llegar a la actualidad así que no os preocupeis. Hasta otra.

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